Adjuntamos enlace al fichero kmz para google-earth de la ruta, para cargar en cualquier software GPS que soporte este tipo de ficheros. Ruta no circular que supondrá, ida y vuelta, un total de 11 kms., con un desnivel entre la cota inferior y superior de 600 metros. Gran parte de este desnivel se asciende en el último tramo, de acceso a la base de la cascada. La ruta supondrá unas 3,5 horas de actividad.
Como nota negativa, es agosto hay demasiada gente, realmente mucha gente. Aunque la localidad de Gavarnie dispone de varios y amplios aparcamiento, aunque no llegamos tarde, todos estaban completos. Tuvimos que aparcar carretera arriba, hacia la estación de esquí de Gavarnie, dejando el vehículo en el margen de la carretera de subida. El aparcamiento en Gavarnie es de pago. No tengo información del importe dado que aparcamos totalmente fuera de núcleo urbano y de zona de aparcamiento. Otro aspecto negativo, especialmente en el retorno, es la necesidad de caminar muy atentos al suelo para no pisar la gran cantidad de excrementos de caballo y asnos del camino. Hay un servicio de transporte en caballos y asnos para los visitantes del circo. En la subida más o menos el camino estaba libre, pero en la bajada, ...
Pero indistintamente de estos aspectos, el visitar la cascada más alta de Francia, y una de las más altas de Europa, bien vale la pena. Las vistas del circo son únicas.
Iniciamos la ruta atravesando la avenida principal de la localidad de Gavanie, repleta de negocios de hostelería y tiendas.
Dejamos dicha localidad, siguiendo el curso del río Gave de Pau, por cualquiera de sus márgenes. En los últimos edificios nos pasamos a su margen derecho, para seguir por camino ancho. A lo lejos se divisa la gran cascada y el circo de Gavarnie.
En este primer tramo atravesamos el Ruisseau de d'Alans y el Ruisseau de Pailla, este segundo con mayor caudal.
En este tramo predominan los bosques, avanzando por camino de pendiente ascendente ligera.
Siempre con el circo de Gavarnie coronando el horizonte.
Seguimos ruta por una gran pradera. El cuenca del río a nuestra derecha, ahora casi sin agua, nos da una idea del enorme caudal que llevará en algunas épocas del año.
Aprovechamos el poco zoom de la cámara para acercarnos a la cascada.
Atravesamos uno de los muchos arroyos que depositan sus aguas en el Gave de Pau.
A lo largo del valle son varios los arroyos que bajan con fuerza.
Se atraviesa otra pradera, por camino ancho.
Para iniciar las primeras pendientes, relativamente suaves.
El gran circo está próximo.
Llegamos al "Hôtel du Cirque", con una gran terraza, y vistas al circo, repleta de gente. Los alrededores de esta zona, en agosto, es un continuo ir y venir de gente.
El último tramo, desde el hotel a la base de la cascada, es el más exigente, al suponer el mayor desnivel, con diferencia, de toda la ruta. Se inicia por sendero cómodo y de poco desnivel.
Casi en caravana nos vamos aproximando a la base de la gran cascada. Al principio con pendiente suave.
Personalmente me sorprende mucho más el circo que la propia cascada. Además me parecen más juguetonas las cascadas de menor dimensión que caen a lo largo del circo.
El último tramo es una rampa, con piedra suelta, y gran desnivel. Uno de los pequeños, que abre camino, decide salirse del sendero y coger la línea recta. No es buena idea, aunque también te lleve al objetivo. Recomendable seguir el sendero principal, un poco más largo, pero mucho más cómodo.
Desde distintos puntos de este último tramo paramos a observar el valle. Una gran cantidad de puntos se aproximan a lo lejos. Somos muchos los humanos que hacemos esta ruta en verano.
Pocos metros antes de llegar a la base paramos para observar la gran cascada.
Un poco de relax, oteando a las muchas hormiguitas que siguen su camino en el valle.
Y también hacia las paredes del circo, ahora casi a la altura de nuestros ojos.
En la siguiente fotografía un detalle del sendero principal de acceso a la base de la cascada. Recomendable seguirlo. Esto parece el asalto a un castillo.
Después de un buen rato en la base de tan singular monumentos natural, y de ducharnos un poco con el agua vaporizada que mueve el viento, iniciamos el descenso. Ahora si, por el sendero principal.
Nos alejamos volviendo la vista atrás en alguna ocasión. No deja de ser el salto de agua más alto de Francia. Y aunque todavía no lo sabemos, mañana estaremos muy por encima de esa cascada, en la que posiblemente sea la ruta que más nos ha gustado de las que hemos hecho en Francia, aunque eso es una historia que traeremos a otra entrada.
De vuelta al hotel, pasamos de largo. Demasiada gente en su terraza para nuestro gusto. Nos hemos acostumbrado al silencio de los franceses y actuamos en consecuencia.
Alguna parada puntual en algún mirador y vuelta al camino.
Al llegar a las primeras construcciones de Gavarnie, atravesamos por un potente puente en piedra al margen izquierdo del Gave de Pau. A los pocos metros encontramos un bar con una terraza y con unas vistas únicas, a lo lejos, de la gran cascada. Además muy tranquilo. Es el punto ideal para tomar algo y disfrutar tomando el sol, con la estampa de la gran cascada a lo lejos.
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