martes, 25 de octubre de 2016

Vía Verde des Gaves (Pierrefitte-Nestalas a Cauterets)

Corto pero intenso tramo de la Vía Verde des Gaves, que une la localidad de Pierrefitte-Nestalas y Cauterets. Recorrido que supone 9,5 kms., haciendo la vuelta, 20 kms. En estos 9,5 kms. tendremos 390 metros de desnivel, por lo que la subida será de aprox. un 4% casi constante. Ruta totalmente recomendable para pequeños pero que sepan manejar los platos y los piñones de sus bicis. Nada que ver con el tramo de la Vía Verde des Gaves entre Lourdes y Pierrefitte.

Como siempre, antes de nada, adjuntamos enlace al fichero kmz para google-earth o para cargar en cualquier software GPS que soporte este tipo de ficheros.

Iniciamos nuestra ruta en el mismo área de autocaravanas de la localidad de Pierrefitte-Nestalas. Esta localidad ha sido nuestro centro de operaciones durante varios días de actividades en la zona. Pequeña localidad, totalmente amigable con los autocaravanistas y que dispone de todo lo que podemos necesitar (mucha tranquilidad, un pueblo acogedor [los niños han disfrutado mucho jugando con otros pequeños de la zona, pese a no compartir ningún idioma común], panaderías-pastelerías, un par de pizzerías ideales para arreglar una cena rápida, cervecerías, etc., etc.). Ahh, y una máquina dispensadora de pan 24 horas.

En el inicio de la vía verde, que se localiza a 20 metros del área, nos encontramos varios paneles informativos, como siempre en perfecto estado de conservación. En la siguiente fotografía la planta del recorrido, con algunas fotografías y la historia del ferrocarril de este tramo.


Y en la siguiente el desnivel, claramente nos tocará subir, y machacar un poco los riñones (400 metros de desnivel en 9,5 kms.)


Y en las siguientes un poco de historia de la línea férrea.



En esta última fotografía de los paneles, la interconexión entre el tramo de la Vía verde des Gaves entre Lourdes y Pierrefitte-Nestalas y el inicio de la que traemos a esta entrada, separada por aprox. 500 metros. Aunque hemos incluido dos entradas para cada uno de los tramos en el blog, se podría hacer la vía verde en un día completo, de Lourdes a Cauterets.


Nada más iniciar la ruta vemos que casi todo va a ser una rampa ascendente con una pendiente constante. Los primeros tramos se hacen duros, hasta calentar un poco las piernas. Tenemos que animar a los pequeños. Aquí, afortunadamente, el "doping" no existe.


En las primeras rampas localizamos unos bonitos miradores, con unas impresionantes vista de Pierrefitte-Nestalas y de las montañas que rodean dicha localidad. Un valle precioso.


Tenemos que darles un poco de descanso. Se esperaban algo un poco más llano, aunque simplemente será cuestión de calentar. Luego todo irá bien, con esfuerzo, pero bien.


Retomamos la ruta para, de inmediato, entrar en un túnel. No es necesario llevar iluminación-frontales.


En las laderas se observan algunos túneles que, en algún momento, han estado cerrados por vallas de metal. Aquí observamos que en todas partes hay vándalos, aunque en Francia posiblemente muchos menos que en nuestra tierra.


Accedemos al primer túnel, perfectamente iluminado.


Pero antes decidimos echar un último vistazo al valle.


Avanzamos por camino ancho, siempre cuesta arriba, entre árboles.


Llevamos la carretera de acceso a Cauterets a nuestra izquierda, al fondo del valle.


Todo tipo de señales informan de los cruces con caminos-carreteras.


En otro tramo observamos lo que parece una cueva. Somos espeleólogos y siempre nos llama la atención cualquier formación relacionada.



Atravesamos algunos cruces por un camino aparentemente con roderas de vehículos a motor, aunque no nos cruzamos ninguno.


Pronto el camino se convierte en un sendero estrecho, a nuestra izquierda, más de nuestro gusto.


Hasta llegar a una corta bajada, la primera que nos encontramos. Un descanso para las piernas.


En otro tramo, con algo de piedra suelta, y una pronunciada pendiente, no nos queda otra que bajarnos de la bici y subirla caminando. Es un tramo pequeño.


Para luego poder disfrutar de otra pequeña bajada, la segunda y última de toda la subida a Cauterets.


En otro tramo, pequeño también, circulamos por sendero en paralelo a la carretera.


Pronto cogemos un poco de altura en un tramo llano sin apenas pendiente.



Algunos bloques de piedra evitan el paso de vehículos a 4 ruedas.


Desde el sendero paramos a observar alguno de los puentes que nos encontramos.


Otra parte del recorrido discurre por carril en asfalto, en muy buen estado. Ahora la pendiente ascendente vuelve a hacernos trabajar.


Las montañas que nos rodean van ganando en altura.


A lo nuestro, seguimos pedaleando, cuesta arriba. A esta velocidad los kilómetros pasan despacio.


En varios tramos tenemos que levantarnos de nuestros sillines.


Para cambiar de margen atravesando la carretera por una larga pasarela.




En el siguiente tramo localizamos varias bocas de galerías, numeradas en su entrada.


Para llegar a un último tramo con una mayor pendiente, de subida a la zona de Cauterets. La carretera serpentea cerca en continuo ascenso. Una zona de descanso, después de una fuerte pendiente ascendente, hace que nos detengamos a descansar y, de paso, a disfrutar del paisaje.


En la parte alta, cuando se divisa la proximidad de Cauterets, el terreno se vuelve casi llano. Ahora se avanza a buena velocidad.


Pasamos al lado de un camping y en una zona en la que se localizan varias vías ferrata. Un tirolina pasa sobre nuestras cabezas. Varios jóvenes disfrutan atravesando el valle por las tirolinas a cierta velocidad.


Hasta llegar a una gran recta que nos llevará hasta Cauterets. De inmediato iniciamos el regreso.


De los 9,5 kms. del regreso únicamente hice la siguiente fotografía, al ser de una zona en la que el terreno estaba en mal estado y se bajaba despacio. En el resto ha sido imposible hacer fotografías. En algún punto el cuentaquilómetros de las bicicletas de los niños llegó a marcar 40 kms/hora. Buff, no quiero imaginarme una caída a esa velocidad. Como consejo, aún siendo consciente de la adrenalina y su efecto ante un descenso de este tipo, tal vez se debería controlar este tema y hacerlo a menor velocidad. Una caída a 40 kms/h puede resultar bastante delicada. Por lo tanto, mejor controlar un poco la velocidad de bajada. Además, en varios puntos se localizan señales que limitan la velocidad máxima, muy por debajo de dichas velocidades. En la bajada nos cruzamos con gente caminando y otras bicicletas y, a esta velocidad, en la salida de alguna curva, ...


Luego, en Pierrefitte-Nestalas, lo habitual en dicha localidad, un paseíto por el pueblo, en el que entre otros detalles me gusta ver sus farolas decoradas con plantas y coloridas flores. Y en la plaza del pueblo los pequeños se juntan con otros pequeños franceses tratando de comunicarse por señas para jugar. Los nuestros no hablan francés y ellos no hablan español. Nuestros pequeños tratan de comunicarse en inglés, aunque tampoco resulta efectivo. Nos enteramos que los pequeños franceses empiezan más tarde que los nuestros a estudiar inglés. Al final las señas y mímica hacen el trabajo. La plaza del Pierrefitte se convierte en una ruta de BTT improvisada. Por la tarde se meten un buen número de kilómetros por esta zona.


En el centro de Pierrefitte se localiza una máquina dispensadora de pan, muy de agradecer para los que tenemos unos horarios un poco diferentes y raros. Si, nuestros horarios son raros. Es una de las asignaturas pendientes en nuestra tierra.



En la carretera principal se localiza una pequeña pizzería. En su interior una madre y su hijo adolescente nos atiende. Me sorprende la gran educación de su hijo adolescente, al frente del negocio, de cara al público, con un trato maravilloso. El joven hizo todo lo posible, pese a nuestras carencias del francés, en facilitarnos todo lo que necesitábamos. Por cierto, unas pizzas muy ricas.

También, en una de las calles que baja de la principal, en frente a una plaza arbolada, circuito improvisado de BTT para nuestros pequeños, se localiza otro bar-pizzería, por el que también nos pasamos alguna noche.

Por cierto, el nivel de decibelios de los establecimientos franceses dista mucho del que nos encontramos en los bares españoles. Pasados unos días agradecíamos enormemente el silencio. Sinceramente tenemos un considerable problema de impacto sonoro en nuestra tierra.

Y en la parte de la estación, punto final del primer tramo de la vía verde entre Lourdes y Pierrefitte, está el gran hotel, con un espectacular restaurante. Por cierto, su menú del día con un precio bastante bueno. Aunque nos hubiese gustado una cena en el hotel, con pequeños decidimos no hacerlo, para no turbar el silencio de dicho establecimiento.

A poco más de 40 metros del hotel se localiza otra bar-cafetería, recomendable, con un montón de botellas de chupitos de todos los colores sobre el mostrador.

En el centro nos llama la atención el coche de la siguiente fotografía. No se si anda mucho, pero rugir lo hace bastante (-: Aquí también hay ruido, aunque mucho menos.


En distintas casas de Pierrefitte nos encontramos con una gran cantidad de decoración infantil en sus jardines. Recorremos varias calles disfrutando de esta representación estética. Los pequeños alucinan.




En otro punto observamos algunas pegatinas que llaman a la rebelión, a la soberanía del pueblo. Me imagino que la historia de crisis, recortes y corrupción en Francia no será muy diferente a la nuestra. Han saqueado nuestros países y ahora toca pagar.



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