miércoles, 2 de noviembre de 2016

Vía verde Saint-Girons a Foix (Ariége, Francia)

Magnífica vía verde de 42 kms. que une las localidad de Saint-Girons y Foix. Con la vuelta, en el caso de no disponer de segundo vehículo, supondrá un total 84 kms. En nuestro caso, después de llevar unas cuantas actividades por el pirineo francés, planificamos la actividad para dos días, con aprox, 40 kms. para cada jornada. Al final, siempre nos pasa lo mismo, iniciamos la vía verde en Rimont y aunque igualmente pensamos en partirla en dos, llegamos a Foix y vuelta, metiéndonos en total 73 kms. en la jornada. A nuestra llegada, nosotros cansados y los pequeños un breve relax y se fueron a dar otro paseo en bicicleta (sin comentarios).

Como siempre, antes de nada, adjuntamos enlace al fichero kmz para google-earth o para cargar en cualquier software GPS que soporte este tipo de ficheros. Este fichero está representado partiendo de Foix a Saint Girons. Nosotros hacemos la ruta, ida y vuelta, de Rimont a Foix. Planificad a gusto, tanto el sentido de la ruta como las jornadas-tramos. Con niños preferiblemente en dos días.

Partimos de la antigua estación de ferrocarril de Rimont. Pero antes nos damos un paseo por esta localidad. Tengo un vago recuerdo de esta localidad en algún documental sobre la segunda guerra mundial. En una de sus calles observamos un monumento en recuerdo de los caídos. Visitamos muchos sitios y también nos gusta saber sobre su historia, sobre su pasado.

Rimont es una localidad del siglo XIII. En 1943 el gobierno de Vichy ordenó que los nacidos entre 1920 y 1922 estaban obligados a trabajar en Alemania. Ante esto muchos jóvenes se fueron de casa y se ocultaron en los bosques próximos formando, con otros grupos, las primeras unidades organizadas de la resistencia, los maquis. Lucharon en forma de guerrilla contra los nazis, con todo tipo de acciones en la zona. La represalias fueron brutales. Más información sobre todo lo acontecido en Rimont en la segunda guerra mundial disponible aquí (en inglés). Traducción al castellano disponible aquí (traducción automática).

Dejando tan tristes episodios de nuestro pasado, volvemos a la actividad que nos trae a Rimont. En la carretera principal encontraremos una pequeña plaza arbolada. Si vamos desde Saint-Girons, nos la encontraremos a derecha. Saldremos en dicha plaza a derecha y cogeremos una carretera desde la misma que durante 1 km. aproximadamente desciende con varias curvas hasta la antigua estación de tren de la línea Saint-Girons a Foix. En ella se localiza un amplio aparcamiento en plena vía verde.


Al lado del edificio se localizan carteles informativos de la vía verde, en perfecto estado de conservación, sin pitadas, ni destrozos vandálicos. Entre Rimont y Foix observamos 3 túneles, por cierto bien iluminados. El mapa también incluye las curvas de nivel.


Accedemos a la vía verde por unas vallas de madera. Varias señales informan de la prohibición de circulación de vehículos a motor.


En el edificio de la estación observamos algo que hace tiempo no veía, la fabricación de carbón de forma totalmente artesanal, como se hacía antiguamente.


El edificio de la estación está en buen estado de conservación. Gran parte de los edificios de esta vía verde se han privatizado, en la forma de viviendas. Sin duda alguna, es preferible esto a verlos caer y desaparecer. Al menos podemos disfrutar de sus fachadas, que se conservan en su forma original.


Al poco de salir entramos en el primer túnel. Como decíamos, con una perfecta iluminación. De todas formas, un frontal nunca sobra.





Después del túnel iniciamos un largo y suave descenso, entre bosques.


Nos encontramos otros muchos edificios de la antigua línea férrea, privatizados, pero en perfecto estado de conservación. También encontraremos varios cruces con carreteras secundarias perfectamente señalizados. Llegamos a las afueras de Catelnau-Durban (siguiente fotografía).


La vía verde en varios puntos-tramos está protegida por vallas de madera.


Llegamos a un segundo túnel, de menor longitud que el anterior.


Y también perfectamente iluminado.




Avanzamos por una zona llana, por rectilíneos y anchos caminos en tierra.


En varios puntos atravesamos carreteras secundarias bien señalizadas con "stops".




En otras zonas avanzamos entre montes bajos con cumbres redondeadas y densos bosques.



Cada cierto tiempo nos encontramos un nuevo edificio de la antigua línea férrea, casi todos privatizados, siendo actualmente viviendas.



En otro punto nos topamos con una vaca mecánica, hecha a tamaño natural con piezas de metal. Francia es una maravilla llena de sorpresas.


En varios tramos el trazado discurre por sombra, lo que agradecemos en pleno agosto.


En los prados las vacas se afanan en cortar el césped, encima no gastan gasolina. (-:


Pronto entramos en otro largo tramo de ligero y constante ascenso.


El más pequeño está afanado en aprender a llevar la bici sin manos. Primero sin una, luego sin las dos.


Nuevos edificios y cruces nos salen al paso.




En otra zona atravesamos varias pasarelas de madera con barandilla de forja.


Llegamos a un cruce con una carretera en la que se aprecia cierto tráfico de coches. Es la entrada a la localidad de Ségalas.


Atravesamos dicha localidad hasta unos baños públicos y una zona de descanso. Una parada para, de inmediato, dejar la carretera por un paso inferior que atraviesa la D-117, nacional principal que une Saint-Girons y Foix (siguientes fotografías).




El siguiente tramo posiblemente sea el de menos interés de toda la vía verde, al entrar en unas largas rectas que discurren en paralelo a la D-117, que tiene mucho tráfico (siguientes fotografías).




En este tramo atravesaremos varias carreteras secundarias, perfectamente señalizadas.


Un nuevo paso inferior a la carretera (siguientes fotografías) marcara el final de este tramo, de menor interés, para volver a alejarnos de la carretera y entrar en zonas de bosque.



La tranquilidad, los bosques, y la sombra, vuelven a ser la tónica general de la vía verde, con algunas pasarelas en hierro, como la de la siguiente fotografía sobre el arroyo L'Arize.


Luego cruzaremos la D-501, en las inmediaciones de La Bastide-de-Sérou.


Entrando en una zona de varias casas unifamiliares, con pequeños jardines (siguientes fotografías).







Son varias las carreteras que tendremos que atravesar. En estos puntos cuidado con los pequeños. Aconsejable siempre un adulto delante y otro detrás del grupo.



Entramos en la zona para mi gusto más bonita. Las montañas, aunque bajas, ganan ligeramente en altura y el bosque se vuelve más denso y frondoso.


Pasarelas en forja atraviesan algunos arroyos de la zona.


En otro punto nos llama la atención un hato de vacas, totalmente juntas, a la sombra, como si fuese un congreso de sabios.


Un árbol nos muestra lo que parecen unas curiosas inflorescencias.



Llegamos a un nuevo y pequeño túnel, que no requiere de iluminación artificial.




Los prados y suaves montañas predominan en el horizonte, todo verde, muy verde, pese a estar en agosto.


Nos llama la atención alguna casa, con unos jardines muy cuidados, y vallas de madera de construcción casera.


El bosque proporciona sombra en gran parte de este tramo.




Seguimos en un continuo y ligero ascenso.



Llegando a la antigua estación de Cadarcet, ahora convertida en vivienda.



En el tramo entre Cadarcet y Baulou atravesaremos varias carreteras secundarias.




En las praderas las alpacas de paja reposan al sol.



Llegamos a Baulou. A la salida de esta localidad encontramos una antigua cabina telefónica fuera de servicio, una auténtica pieza de museo.


De inmediato atravesamos la D1, para iniciar un tramo en descenso que nos llevará hasta el mismo Foix.


A nuestra derecha, en la siguiente fotografía, el antiguo edificio de la estación de Baulou, con un amplio jardín. Un cartel nos informa que es propiedad privada.



Avanzamos a cierta velocidad aprovechando la pendiente negativa.



Agradecemos el poder disfrutar de una larga bajada.


Atravesando algunos pasos inferiores.



En una zona muy frondosa encontramos a nuestra izquierda un cartel que indica Rivière Souterraine de Labouiche, a escasos metros de la vía verde. Una de las posibles visitas en la zona.




Foix se vislumbra en las proximidades. Pero antes atravesamos el que para mi gusto es el enclave más espectacular de la vía verde, el viaducto de Vernajoul (siguientes fotografías).







Cruzamos la D-231 en las inmediaciones de la localidad de Vernajoul.


Entrando en un último tramo, en descenso, de entrada a Foix.



A las afueras de Foix, no queda clara la ruta a seguir. En una pasarela, cogemos por carretera a izquierda, para de inmediato coger sendero a derecha (siguientes fotografías). Aquí finaliza la vía verde.



Luego seguimos en paralelo a la vía férrea en uso.


Para entrar en Foix por un puente sobre el río L'Arget.


Accedemos a dicho río buscando una zona de baño. Hace mucho calor. Ojo con la corriente.


También observamos a lo lejos el gran castillo de Foix. Mañana volveremos a pasar por esta localidad.


Decidimos descender al río L'Ariège.


Un poco de descanso a la sombra, al lado de una fuente, en pleno margen del L'Ariège. Y a falta de baño, se organiza una batalla de agua en dicha fuente.


Es hora de iniciar el retorno, sobre nuestros pasos. Son 36 kms. lo que nos quedan de retorno. Aunque le ofrecemos a los pequeños la posibilidad de quedarse en Foix y que un adulto haga el retorno por el vehículo, bajo ningún concepto quieren perderse la vuelta.


De regreso a Rimont, lo dicho, después de 73 kms., nosotros cansados, un poco de descanso, y ellos a darse otro paseo en bicicleta.

Ruta bonita y variada, con túneles y pasarelas, totalmente recomendable con niños. A planificar sin duda alguna, preferiblemente en dos jornadas, aprovechando para hacer diversas visitas en la ruta.


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